Algunas leyendas

Cosas que nos pasaron, historias que nos contaron: nosotros las volvemos leyenda.

Hoy, tres leyendas de los alumnos de Nivel 2 Turno Mañana.


El fantasma de ojos rojos



Un día un amigo mío vio unos ojos rojos en Mitre, la casa estaba abandonada y era de un fantasma de ojos rojos. El fantasma, porque lo odiaban, quería asustar a los que asustaba y los que lo miraban a los ojos se hacían piedra. Después los quemaba en una caldera y los tiraba al calabozo y se los comía un dragón.


Máximo Gabriel Steinmetz



(sin título)


En mi escuela había una estatua embrujada que a la noche destruía un salón por año y este año le tocaba al salón de Ana. Esa estatua no tenía pies pero flotaba, tiraba hechizos con los ojos, se ponían rojos, y salía una luz que destrozaba. Ana estaba muy asustada, le pidió a su papá, el gran luchador Wisman, pero incluso él le tenía miedo. Así que una noche fueron a enfrentar a la estatua maligna. Pero el rayo de la estatua y la valentía de la familia destruyeron a la estatua, y en su lugar nació una espantosa flor que la directora suplantó con la brillante medalla que le entregó a Ana.


Delfina Chismak



(sin título)


Una tarde yo estaba viajando por Sierra de la Ventana y vi por la ventanilla de la camioneta una nube que se abría cada vez más. De pronto como que... salía el sol cada vez más, parecía que salía Dios. Qué raro ¿no?

Una noche me contaron que por ahí donde pasé pasó algo muy raro. Cuando me lo contaron estaba temblando de la cabeza a los pies, no se los voy a contar porque van a empezar a soñar.


Milagros Belén Navarro.



¡prometemos más!