
Después de leer la obra de Silvia Grau
¡Que pase el que sigue! con los chicos y chicas del nivel tres, turno mañana, quisimos representarla pero nos encontramos frente a un problema: eran 12 actores para sólo 6 personajes.
Por suerte surgió una solución rápidamente: componer 6 personajes nuevos, extender la obra sin modificar el texto original y así poder representarla.
Para todos ustedes, la obra que algún día llegará al escenario: ¡Que pase el que sigue! de Silvia Grau + Candela, Delfina, Serena, Victoria, Agustina, Eluney, Francisco, Julián, Catalina, Chiara, Milagros y Agostina.
¡Que pase el que sigue!
texto de Silvia Grau
ACTO ÚNICO
PERSONAJES:
DOCTOR CLEMENTE
DAMA
HOMBRE
ABUELO
MADRE
HIJA MANUELA
+
CARPINTERO
ABUELA
VANESA
FLASH
BATMAN
DRÁCULA
(Interior del consultorio del doctor Clemente que, asomado a una puerta, llama a los pacientes.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una dama.)
DOCTOR: (Sentado a su escritorio con lapicera en mano pregunta para anotar en la historia clínica.) ¿Usted se llama…?
DAMA: Ana, doctor, pero estoy sana.
DOCTOR: ¿Sana? ¿Y entonces para qué vino?
DAMA: Para ensayar.
DOCTOR: ¿Ensayar?
DAMA: Sí, para cuando me vaya a enfermar. Hay que prepararse.
DOCTOR: Pero, eso es adelantarse.
DAMA: Y, sí. Me adelanto para después no sentir espanto.
DOCTOR: Señora, usted se está adelantando y yo hoy estoy muy atrasado.
DAMA: Está bien. Vuelvo cuando no esté apurado.
(Sale la dama y el doctor Clemente vuelve a llamar a un paciente.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra un hombre con cara de angustiado.)
HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Doctor, estoy preocupado.
DOCTOR: Bueno, mi amigo. Me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre se sienta.)
DOCTOR: Me dejó la puerta abierta.
(El hombre se para y va a cerrar.)
DOCTOR: ¿Qué me iba a contar?
HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Que estoy muy preocupado.
DOCTOR: Mejor me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre está en la silla.)
DOCTOR: Ahora vaya a la camilla.
HOMBRE: (Mientras camina a la camilla.) Como le contaba doctor, estoy muy preocupado.
DOCTOR: Sí, pero me lo cuenta cuando esté acostado.
(El hombre se acuesta en la camilla.)
DOCTOR: Sáquese las zapatillas.
HOMBRE: (Con asombro, mientras se saca las zapatillas.) ¿Me va a revisar?
DOCTOR: Sí, se va a tener que sentar.
HOMBRE: (Cuando se sienta.) ¿Y, doctor, puedo contar?
DOCTOR: Me dijo que está preocupado, pero ahora póngase de costado.
HOMBRE: Sí, doctor, muy angustiado…
DOCTOR: A ver, póngase del otro lado.
HOMBRE: (Dándose vuelta.) Pero, doctor, ¿me va a escuchar?
DOCTOR: Sí, amigo, pero se tiene que parar.
HOMBRE: (Poniéndose las zapatillas.) ¿Ya terminó de revisar?
DOCTOR: Sí, ahora me puede contar. Pero antes le aclaro que usted está sano.
HOMBRE: Eso ya lo sé, el enfermo es mi hermano.
DOCTOR: ¿Era eso lo que quería contar?
HOMBRE: Sí, doctor. Me preocupa que él no quiera entrar.
DOCTOR: ¿Qué es lo que lo asusta?
HOMBRE: Los remedios no le gustan.
DOCTOR: Bueno, dígale que se calme. Ya vendrá alguna otra tarde.
(Sale el hombre. El doctor se asoma y los llamados retoma.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra un señor mayor y se sienta frente al doctor.)
DOCTOR: ¿Cómo anda abuelo?
ABUELO: Ay, m’hijito, siempre por el suelo.
DOCTOR: Bueno, abuelo, ésa no es sorpresa.
ABUELO: Pero mire cómo tengo la cabeza.
DOCTOR: (Revisándolo.) Veo unos cuantos chichones.
ABUELO: Sí, y cuarenta moretones.
DOCTOR: Abuelo, no tiene nada grave, pero no siga usando chancletas para andar en bicicleta.
ABUELO: ¿Le parece doctor?
DOCTOR: Claro, abuelo, es lo mejor. Y ahora, vaya.
(Sale el abuelo del lugar y el doctor vuelve a llamar.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una señora muy prolija acompañada de la hija.)
SEÑORA: Buenas tardes, doctor, aquí le traigo a mi hija.
DOCTOR: ¿Cómo te llamás querida?
MANUELA: Manuela.
DOCTOR: ¿Y qué te pasa Manuela?
MANUELA: Que cuando voy a la escuela, siempre me duele la muela.
SEÑORA: (Preocupada.) ¿Tiene algo grave, doctor?
DOCTOR: (A la señora.) No es nada, señora. Una pavada. (A Manuela.) Te receto dejar la escuela y se acabó el dolor de muela.
SEÑORA: (Sorprendida.) ¡Pero doctor…!
MANUELA: (A la madre.) ¡Pero, mamá! Tiene razón el doctor, a mí me parece lo mejor. Vamos, vamos.
--------------------------------hasta aquí el texto de Silvia, de ahora en más el de los chicos y chicas de la Escuela.
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entra un carpintero)
(sorprendido) ¿Qué hace carpintero? Si yo llamé al plomero
CARPINTERO: Es que me clavé una astilla y todo por culpa de una ardilla.
DOCTOR: Tómese esta pastilla, está hecha de arcilla.
CARPINTERO: ¿Tiene feo gusto? Creo que es injusto.
DOCTOR: Sí o sí la tiene que tomar; si no, se le va a infectar.
CARPINTERO: ¿Y si tengo dolor?
DOCTOR (molesto): ¡Váyase, por favor!
¡Que pase el siguiente!
ABUELA (con un perro en los brazos): ¡Ay, doctor! Le traigo a mi perrito, que se tragó un huesito.
DOCTOR: Abuela, usted está equivocada.
ABUELA: ¡No! ¡Qué pavada! También se tragó un autito de mi vecino Carlitos.
DOCTOR: Acá al lado hay otro doctor que la atenderá mejor.
ABUELA (indignada): ¡Qué maleducado! Me voy a otro lado
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entra Vanesa)
DOCTOR: ¿Qué pasa Vanesa, otra vez te acercaste a la mayonesa?
VANESA: No, ahora solo como milanesas. (Suspira)
DOCTOR: Cuénteme por qué vino, por favor.
VANESA: Ando con problemas de corazón.
DOCTOR: ¿Tiene colesterol?
VANESA: No, ando mal de amor.
DOCTOR: Para eso no hay receta ni medicación.
VANESA: Pero puede entregarme su amor.
DOCTOR: ¡Eso no! ¡Estoy casado!
VANESA: ¡Qué desconsiderado! (llorando) Ahora tengo el corazón lastimado
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entran Flash y Batman)
DOCTOR: La convención de comics es mañana.
FLASH: No doctor, yo quiero una vacuna contra las ranas.
BATMAN: Y yo una contra los villanos
DOCTOR: Le vendría mejor una contra los granos
FLASH (a Batman): Tiene razón, tu cara es un espanto.
BATMAN (tapándose la cara con la capa): Mejor me la tapo con un manto.
DOCTOR (mientras les clava una aguja): Les pongo una vacuna, así se van de una.
DOCTOR (con voz de cansado): Que pase el que sigue.
DRÁCULA (llorando): Doctor, se me salió un colmillo, no podré comer más conejillos.
DOCTOR: No soy un dentista, así que no insista.
DRÁCULA: ¿Qué voy a hacer? Ya no puedo beber.
DOCTOR: Beba de la canilla, o con una bombilla.
DRÁCULA: Lo voy a intentar.
DOCTOR: Ya le crecerá.
(sale Drácula)
DOCTOR: (Solo, en su consultorio, de mal humor.) Desde la nena hasta los ancianos todos están de lo más sanos. Voy a tener que cerrar, ¡nadie se quiere enfermar!