Trompeta y avión


Había unos chicos, a uno le gustaban las trompetas y a otro los aviones. A Ana le gustaba la trompeta y a Mateo los aviones y decían:
-Yo cuando sea grande voy a manejar un avión.
-Y yo una trompeta.
Luego Ana fue a su casa y le dijo a su mamá:
-Mamá, para mi cumpleaños quiero una trompeta y la mamá dijo:
-Pero hija, las trompetas son muy caras.
Mateo le dijo:
-Hola mamá, ¿Cuándo va a venir el tío para viajar en avión?
-Hijo, le dije a él que no vas a ir porque sos muy chico, vas a 3º A, no podés, a partir de los 20 años podés.
Mateo se fue al patio a ver aviones y decía:
-Ay, ojalá volaría un avión. Pasó Ana llorando y Mateo le dijo:
-¿Qué pasa Ana?.
-Y ¿no te das cuenta? No me compran trompeta, dijo Ana. Mateo dijo:
-Sí, mi mamá dijo que hoy iba a venir el tío y dijo que no porque sos muy chico.
-Y sí -dijo Ana- las trompetas dijo mi mamá, salen como 50 mangos.
-Bueno -dijo Mateo- era que teníamos una lección, je.
-Bueno -dijo Ana. ¿Vamos por un helado, querés?
-Y sí, vamos, olvidemos los aviones y las trompetas.
-¿Qué helado querés?
-De chocolate.
-Bueno, yo de vainilla.

-----------------------------------------------------María Blanco, 8 años.

menos Samanta

Una noche sin luz, con personas esperando para entrar, un fantasma apareció de repente atrás de todas las personas y las asustó con un simple BU. Todas las personas muertas de miedo se fueron de la casa, menos una niña llamada: Samanta.

----------------------------------------------Magdalena Alonso, 7 años.

Bajo, con su hermano

Había una vez un chico llamado Bajo, tocaba el bajo y también era bajo, pero tenía un hermano llamado Bajodio, él siempre peleaba a Bajo y hubo un día en que Bajo se puso a tocar el bajo y su hermano se lo sacó y luego se lo rompió. Bajo se puso a llorar y le quería decir a su mamá, pero cuando estaba corriendo para decirle a su mamá, resulta que se tropezó con los papeles de nacimiento de su hermano y leyó que el hermano era adoptado! ¡Y encima esos hermanos se odiaban!

------------------------------------------------cuento de Magdalena Alonso, 7 años

El pensamiento se enojó con la sangre

Había una vez que la sangre se chocó con el cerebro y el cerebro se enojó y le pegó. A la sangre le salió sangre.
El corazón, las tripas, los huesos, todo el cuerpo veía la pelea, seguían todas y no terminaban de pelear. Se rindió la sangre y el cerebro seguía peleando hasta que el nene se despertó y peleaba con toda la familia; porque el cerebro pelea, maneja al nene.
Después el nene fue al doctor y calmaron el cerebro y la sangre y no pelearon más

-----------------------------------------cuento de Simón Alebuena, 7 años.

Qué hacer


Texto de Malena Lang, 7 años

No se van con nada


Había una vez un chico con pecas y tenía sentimientos pero no se le iban con nada. Y un día vino un dragón y destruía todo y el chico estaba pensando y no se daba cuenta. Todos decían ¡ayuda, ayuda! pero él estaba mirando tele. Fue la policía, los bomberos y al nene el dragón lo mató.

Sebastián Mufert, 8 años

La jirafa Quiqui y el perro Zomi


La mano de Isabela Micolis (7 años) diseñó esta historieta. Podés verla en detalle si hacés click sobre la imagen

Fah, qué manada


Historieta de Valentina Paul, 6 años: El pájaro volador (si hacés click sobre la imagen la vas a ver mejor)

Un impaciente con pacientes


Después de leer la obra de Silvia Grau ¡Que pase el que sigue! con los chicos y chicas del nivel tres, turno mañana, quisimos representarla pero nos encontramos frente a un problema: eran 12 actores para sólo 6 personajes.
Por suerte surgió una solución rápidamente: componer 6 personajes nuevos, extender la obra sin modificar el texto original y así poder representarla.

Para todos ustedes, la obra que algún día llegará al escenario: ¡Que pase el que sigue! de Silvia Grau + Candela, Delfina, Serena, Victoria, Agustina, Eluney, Francisco, Julián, Catalina, Chiara, Milagros y Agostina.

¡Que pase el que sigue!

texto de Silvia Grau


ACTO ÚNICO

PERSONAJES:

DOCTOR CLEMENTE
DAMA
HOMBRE
ABUELO
MADRE
HIJA MANUELA

+

CARPINTERO
ABUELA
VANESA
FLASH
BATMAN
DRÁCULA

(Interior del consultorio del doctor Clemente que, asomado a una puerta, llama a los pacientes.)

DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una dama.)
DOCTOR: (Sentado a su escritorio con lapicera en mano pregunta para anotar en la historia clínica.) ¿Usted se llama…?
DAMA: Ana, doctor, pero estoy sana.
DOCTOR: ¿Sana? ¿Y entonces para qué vino?
DAMA: Para ensayar.
DOCTOR: ¿Ensayar?
DAMA: Sí, para cuando me vaya a enfermar. Hay que prepararse.
DOCTOR: Pero, eso es adelantarse.
DAMA: Y, sí. Me adelanto para después no sentir espanto.
DOCTOR: Señora, usted se está adelantando y yo hoy estoy muy atrasado.
DAMA: Está bien. Vuelvo cuando no esté apurado.
(Sale la dama y el doctor Clemente vuelve a llamar a un paciente.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra un hombre con cara de angustiado.)
HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Doctor, estoy preocupado.
DOCTOR: Bueno, mi amigo. Me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre se sienta.)
DOCTOR: Me dejó la puerta abierta.
(El hombre se para y va a cerrar.)
DOCTOR: ¿Qué me iba a contar?
HOMBRE: (Habla antes de sentarse.) Que estoy muy preocupado.
DOCTOR: Mejor me lo cuenta cuando esté sentado.
(Cuando el hombre está en la silla.)
DOCTOR: Ahora vaya a la camilla.
HOMBRE: (Mientras camina a la camilla.) Como le contaba doctor, estoy muy preocupado.
DOCTOR: Sí, pero me lo cuenta cuando esté acostado.
(El hombre se acuesta en la camilla.)
DOCTOR: Sáquese las zapatillas.
HOMBRE: (Con asombro, mientras se saca las zapatillas.) ¿Me va a revisar?
DOCTOR: Sí, se va a tener que sentar.
HOMBRE: (Cuando se sienta.) ¿Y, doctor, puedo contar?
DOCTOR: Me dijo que está preocupado, pero ahora póngase de costado.
HOMBRE: Sí, doctor, muy angustiado…
DOCTOR: A ver, póngase del otro lado.
HOMBRE: (Dándose vuelta.) Pero, doctor, ¿me va a escuchar?
DOCTOR: Sí, amigo, pero se tiene que parar.
HOMBRE: (Poniéndose las zapatillas.) ¿Ya terminó de revisar?
DOCTOR: Sí, ahora me puede contar. Pero antes le aclaro que usted está sano.
HOMBRE: Eso ya lo sé, el enfermo es mi hermano.
DOCTOR: ¿Era eso lo que quería contar?
HOMBRE: Sí, doctor. Me preocupa que él no quiera entrar.
DOCTOR: ¿Qué es lo que lo asusta?
HOMBRE: Los remedios no le gustan.
DOCTOR: Bueno, dígale que se calme. Ya vendrá alguna otra tarde.
(Sale el hombre. El doctor se asoma y los llamados retoma.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra un señor mayor y se sienta frente al doctor.)

DOCTOR: ¿Cómo anda abuelo?
ABUELO: Ay, m’hijito, siempre por el suelo.
DOCTOR: Bueno, abuelo, ésa no es sorpresa.
ABUELO: Pero mire cómo tengo la cabeza.
DOCTOR: (Revisándolo.) Veo unos cuantos chichones.
ABUELO: Sí, y cuarenta moretones.
DOCTOR: Abuelo, no tiene nada grave, pero no siga usando chancletas para andar en bicicleta.
ABUELO: ¿Le parece doctor?
DOCTOR: Claro, abuelo, es lo mejor. Y ahora, vaya.
(Sale el abuelo del lugar y el doctor vuelve a llamar.)
DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(Entra una señora muy prolija acompañada de la hija.)
SEÑORA: Buenas tardes, doctor, aquí le traigo a mi hija.
DOCTOR: ¿Cómo te llamás querida?
MANUELA: Manuela.
DOCTOR: ¿Y qué te pasa Manuela?
MANUELA: Que cuando voy a la escuela, siempre me duele la muela.
SEÑORA: (Preocupada.) ¿Tiene algo grave, doctor?
DOCTOR: (A la señora.) No es nada, señora. Una pavada. (A Manuela.) Te receto dejar la escuela y se acabó el dolor de muela.
SEÑORA: (Sorprendida.) ¡Pero doctor…!
MANUELA: (A la madre.) ¡Pero, mamá! Tiene razón el doctor, a mí me parece lo mejor. Vamos, vamos.

--------------------------------hasta aquí el texto de Silvia, de ahora en más el de los chicos y chicas de la Escuela.

DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entra un carpintero)
(sorprendido) ¿Qué hace carpintero? Si yo llamé al plomero
CARPINTERO: Es que me clavé una astilla y todo por culpa de una ardilla.
DOCTOR: Tómese esta pastilla, está hecha de arcilla.
CARPINTERO: ¿Tiene feo gusto? Creo que es injusto.
DOCTOR: Sí o sí la tiene que tomar; si no, se le va a infectar.
CARPINTERO: ¿Y si tengo dolor?
DOCTOR (molesto): ¡Váyase, por favor!
¡Que pase el siguiente!

ABUELA (con un perro en los brazos): ¡Ay, doctor! Le traigo a mi perrito, que se tragó un huesito.
DOCTOR: Abuela, usted está equivocada.
ABUELA: ¡No! ¡Qué pavada! También se tragó un autito de mi vecino Carlitos.
DOCTOR: Acá al lado hay otro doctor que la atenderá mejor.
ABUELA (indignada): ¡Qué maleducado! Me voy a otro lado

DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entra Vanesa)
DOCTOR: ¿Qué pasa Vanesa, otra vez te acercaste a la mayonesa?
VANESA: No, ahora solo como milanesas. (Suspira)
DOCTOR: Cuénteme por qué vino, por favor.
VANESA: Ando con problemas de corazón.
DOCTOR: ¿Tiene colesterol?
VANESA: No, ando mal de amor.
DOCTOR: Para eso no hay receta ni medicación.
VANESA: Pero puede entregarme su amor.
DOCTOR: ¡Eso no! ¡Estoy casado!
VANESA: ¡Qué desconsiderado! (llorando) Ahora tengo el corazón lastimado

DOCTOR: ¡Que pase el que sigue!
(entran Flash y Batman)
DOCTOR: La convención de comics es mañana.
FLASH: No doctor, yo quiero una vacuna contra las ranas.
BATMAN: Y yo una contra los villanos
DOCTOR: Le vendría mejor una contra los granos
FLASH (a Batman): Tiene razón, tu cara es un espanto.
BATMAN (tapándose la cara con la capa): Mejor me la tapo con un manto.
DOCTOR (mientras les clava una aguja): Les pongo una vacuna, así se van de una.

DOCTOR (con voz de cansado): Que pase el que sigue.
DRÁCULA (llorando): Doctor, se me salió un colmillo, no podré comer más conejillos.
DOCTOR: No soy un dentista, así que no insista.
DRÁCULA: ¿Qué voy a hacer? Ya no puedo beber.
DOCTOR: Beba de la canilla, o con una bombilla.
DRÁCULA: Lo voy a intentar.
DOCTOR: Ya le crecerá.
(sale Drácula)

DOCTOR: (Solo, en su consultorio, de mal humor.) Desde la nena hasta los ancianos todos están de lo más sanos. Voy a tener que cerrar, ¡nadie se quiere enfermar!

Las cosas que odio (con y sin exageraciones)


Con los chicos de la Escuela estuvimos leyendo los poemas del libro Las cosas que odio y otras exageraciones de Ana María Shua.
De esas lecturas surgieron una serie de textos, hoy compartimos "Las cosas que odio" de Delfina Chismak (11 años)

Odio a mis hermanos
y más que me molesten en los feriados
odio levantarme temprano
y los días nublados
odio hacer la tarea
y más ir a la escuela
odio ir a misa
porque me da risa
odio a las arañas
las serpientes y las ranas
pero lo que más me molesta
es que no me inviten a las fiestas.

Inspector Martinuchi


Hoy 19 de abril editorial Comunicarte saca del horno una encantadora novela del gran David Wapner: Inspector Martinuchi. El barroso caso del nombre del Cuco. Se trata de la versión completa de la novela cuya primera parte, "La estrategia del sueño", había publicado Ediciones del Eclipse en 2005, en tanto que la segunda, "El sótano de Rusia", había quedado inédita. Escritor recomendado. Lectura recomendada.

Para conocer más obras del autor: click acá

2 de abril, Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil


Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, el IBBY promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.
Cada año una Sección Nacional del IBBY patrocinadora internacional del Día del Libro Infantil y selecciona un escritor/a representativo y a un reconocido ilustrador/a de su país para que elaboren el mensaje dirigido a todos os niños del mundo y el cartel que se distribuye por todo el mundo, y se promueva la celebración en las bibliotecas, centros escolares, librerías, etc.
Este año, la encargada ha sido Estonia. El cartel ha sido ilustrado por Jüri Mildeberg y el mensaje con el lema El libro recuerda ha sido escrito por Aino Pervik.
Celebremos leyendo!