La carta del futuro


Hola, estas vacaciones voy a Venecia a pasear y se me ocurrió escribirte para que sepas lo que va a suceder.
En la mañana del veinte de diciembre, navegaré en un barco con mi tío Baltazar y hablaremos del hermoso día que vamos a pasar. Bajaré e iremos a comer algo al restaurante más cercano; pasará el día y antes de irnos a la casa lujosa de mi tío, a dormir, miraremos una película de terror y comeremos pochoclos salados.
Al día siguiente, lloverá; pero, a la tarde parará y durante la lluvia estaremos en la casa con mis dos primos, Lucas y Santi, que llegarán de Francia a la mañana temprano. Durante la tarde, con mis primos, mientras navegamos, veremos en el horizonte un crucero enorme, tan enorme que se parecerá al Titanic y nosotros remaremos tan fuerte, pero tan fuerte que seguiremos y el crucero seguirá y seguirá. Lo manejará un señor raro pero tan raro que tendrá el pelo rojo y azul, la cara tapada y su tripulación será igual a él; su intención será destruir Venecia y nosotros tendremos miedo, mucho miedo.
Mi primo Lucas creerá en los dioses de todas las religiones y empezará a invocar a cada uno de ellos. De pronto, saldrán mil manos enormes, con anillos y de diferentes colores, empezarán a volver el tiempo atrás, construirán todo de nuevo, retrocederemos con el barco y yo estaré escribiendo otra vez esta carta.


Valentina Minich